De todo un poco con agua de coco

Somos arrastrados por una corriente incesante de cambios, incluso, en nuestro día a día y no podemos estar preparados para todos estos cambios para todas las encrucijadas que nos obligan a redefinirnos y que nos hacen dudar.

Situaciones difíciles se nos presentan ante nosotros en el transcurso de nuestra vida. Decisiones incómodas, y muchas veces equivocadas, nos separan del camino que creemos, es el correcto. Muchas veces, estas situaciones, estas decisiones, hacen mella en nuestra vida, hacen un surco en nuestro camino. Dejando muchas veces, cicatrices profundas y dolorosas.

Somos seres de aprendizaje, de caídas, de torpezas, de impulsos, todo, forma parte de un proceso. Las caídas no son más que nuevos comienzos, son transformaciones y así duela, así cueste, aunque incomoden, aunque causen temor… renacer siempre es posible, es levantarse con nuevas fuerzas y con nuevo conocimiento.

Transitamos nuestra vida, por etapas, etapas que vamos quemando, y son estas, las que determinan nuestro andar. Y como animales sin rumbo, van dejando huellas en el camino. Van marcando nuestra via en una dirección que debemos aceptar y enfrentar con gallardía.

La vida es un manojo de circunstancias, de trampas, de escollos, que nos van sorprendiendo mientras transitamos por esa gran autopista

Persistentemente somos conducidos, sin querer, por caminos rocosos, caminos intransitables. Esos, que no entendemos por que razón se nos atraviesan ante nuestro ser.

La vida nos va llevando por momentos inexplicables, momentos celestiales, de esos que se nos meten en el alma. que se meten en el corazón, y sin quererlo, se aferran a nuestros recuerdos, con tantas fuerzas, que sencillamente no podemos olvidar… Son malos momentos, son bellos momentos, y son estos, los que no debemos descartar.

La vida nos conduce por caminos desconocidos, caminos que no sospechamos que por ellos se pueda transitar. Muchas veces nos cegamos ante la belleza que la vida misma nos coloca ante nuestros ojos, pero estos, están nublados, encegueciendo la ruta.

Denominamos proceso, al acto o acción de ir hacia adelante. El conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial.

La vida es una vía de un solo sentido, y como tal debemos aprovechar todas las oportunidades que ella nos brinda. No abrazarás segundas primeras impresiones

Llamamos recursos a todos aquellos elementos que se utilizan para alcanzar un fin determinado. Así, podemos hablar de recursos económicos, humanos, intelectuales, o incluso renovables.

Las decisiones que tomamos son el resultado de nuestras acciones, buenas y malas. Acertadas o no. Cada decisión es única, pero siempre, hay que tomarlas. Aunque las mismas sean erradas.

Solemos asociar Ganancia, como una definición monetaria, adinerada, de finanzas. Y como si de una empresa se tratara, la llevamos en nuestra vida exaltando el concepto de lo material.

Llamamos Postdata a una anotación que se añade al final de una carta, después de haberla terminado y firmado, como alternativa para añadir una información que no se recordaba o conocía mientras se estaba escribiendo.

Se define como coraza, una cubierta resistente, cuya función es la de proteger, el pecho y la espalda, en el caso de un guerrero. También se llama coraza a la envoltura, ósea o calcárea, que protege a las tortugas, crustáceos u otros animales.

Llamamos Horizonte, a una línea imaginaria y divisoria entre el cielo y tierra o mar. De la misma forma, llamamos también horizonte, aquella línea que vemos al final de un proyecto. Es una meta que nos planteamos como punto de llegada.

La búsqueda de la verdad, nos hace transitar caminos que no siempre son los más idóneos. Caminos que parecen inverosímiles y que nos hacen perder el verdadero significado de la realidad. Nos topamos entonces con un muro de enormes proporciones que nos bloquea nuestro camino, y nos hace darnos cuenta de que nuestra realidad ha cambiado. Cambiando nuestra verdad.

La fe, es la confianza en una persona, cosa, opinión, o enseñanzas de una religión, y como tal, no se requiere poseer evidencias de su existencia. Es una creencia que no está sustentada en pruebas, pero si en la seguridad, de algún grado de una promesa. Es una virtud. La esperanza, por otro lado, es un estado de ánimo basado en esta virtud, es la confianza depositada en un porvenir. Es la seguridad de que algo bueno llegará.

Hablamos de esperanza cuando nos referimos a eventos futuros, eventos esperamos sean positivos. Es, la confianza que tenemos de lograr algo. Eventos que creeemos, puedan o no, basarse en vestigios que dependen de una deidad divina, de una ilusión, o sencillamente de las estrellas.

La locura, la música, la literatura, en todas sus expresiones, el cine, la fotografía, la cocina, y por qué no? Hasta la cordura, esa condición de creerse sano en absoluta totalidad. Están todas esas expresiones ligadas, amalgamadas de tal forma, que muchas veces no nos deja distinguir de la realidad o la ficción.