A ver, que levante la mano quien nunca se ha sentido como un hamster drogado en su rueda, corriendo como un loco para llegar... a ningún lado.
Yo, el primero.
La vida moderna, con su gloriosa tecnología y sus mil y un métodos para ser más productivo, te hace creer que puedes ser un superhéroe de la eficiencia.
Y ahí estás tú, descargando la enésima app que promete ponerte las pilas, siguiendo consejos de gurús de la productividad que parecen haber encontrado la luz divina.
Pero, ¿sabes qué?.
Al final del día, te das cuenta de que has estado más ocupado que la única impresora que funciona en la oficina, pero sin haber hecho realmente nada que valga la pena. Ironías de la vida, ¿no?.
Nos venden sueños de productividad mientras nos hundimos en un mar de distracciones.
Aquí te cuento cómo dejar de ser parte del club de los ocupados sin sentido y empezar a ser efectivamente productivo. Spoiler: no incluye apps milagrosas ni rituales matutinos de dos horas.
Sea cual sea la movida en la que estés metido... ¡estás "justo a tiempo" para mejorarla!