Justo a Tiempo.

Subí, subí el volumen... y cargate de energía, porque en breve vuelve... "Justo a Tiempo" (segunda temporada). 👉🏻 Letra: Despertá ya, no hay tiempo que perder El mundo gira y no te va a esperar Las oportunidades vienen y van Justo a tiempo las tenés que atrapar ¡Justo a tiempo! No lo dejes pasar ¡Justo a tiempo! Es tu momento de brillar ¡Justo a tiempo! La vida no espera más ¡Justo a tiempo! Tu éxito va a llegar Una caja de cartón te puede enseñar Que adaptarse es la clave para triunfar No te quedes atrás, ponete a innovar Justo a tiempo lo tenés que lograr Cada reto, cada desafío, Es una oportunidad, un desvío, No hay límites, no hay temor, Es hora de ser el mejor. Justo a tiempo, llegaste a despertar, Justo a tiempo, para cambiar, Justo a tiempo, no hay que esperar, Justo a tiempo, es hora de actuar. El cambio está en vos, no lo busques afuera Rompe tus límites, salta la barrera La realidad te reta, ¿estás listo para el show? Justo a tiempo, ¡es hora de actuar! Justo a tiempo llegaste aquí Justo a tiempo para descubrir Que el éxito no espera, hay que actuar Justo a tiempo, ¡es hora de empezar! Justo a tiempo, llegaste a despertar, Justo a tiempo, para cambiar, Justo a tiempo, no hay que esperar, Justo a tiempo, es hora de actuar. ¿Que querés que te diga?. Llegaste justo a tiempo. ¡Al podcast! Con Adrián Guerra,... El Tipo De Las Máquinas Cojonudas™

Llegaste "Justo a tiempo" para este episodio, donde te cuento la historia de "El Reloj Roto de Don Claudio",... una fábula contemporánea que destila sabiduría a través de la peculiar relación de un hombre con su reloj de bolsillo. Este no es solo un cuento sobre el tiempo y sus caprichos, sino un viaje astuto a través de las ironías de la vida. Don Claudio, un personaje que seguro no dejará a nadie indiferente, nos enseña a través de su experiencia que, a veces, lo que parece un defecto puede ser nuestro mayor aliado. Si estás listo para desafiar lo convencional y descubrir cómo un simple reloj puede cambiar el curso de una vida, no te pierdas este relato. Te prometo que, al terminar, verás tu reloj con otros ojos y quizás, solo quizás, te enseñe algo más que la hora.

Imagina que eres un dios griego, tienes todo para triunfar excepto el cariño de tu madre, que prefiere lanzarte desde las alturas en lugar de colgarte en la pared del salón. - Sí, así de cruel. En el episodio de hoy nos zambullimos en las turbulentas aguas familiares de un dios olímpico que, en lugar de recibir besos de buenas noches, recibió un viaje express sin escalas desde el Olimpo hasta el suelo. Todo por no cumplir con los estándares de belleza divinos. ¿Quién necesita enemigos teniendo una familia así, verdad?. Si alguna vez pensaste que tus reuniones familiares eran difíciles, amigo,... llegaste "justo a tiempo".

Imagina que estas en una fiesta, de esas buenas, con buena música, bebida fluyendo y de repente te das cuenta que estás atrapado en la conversación más aburrida de la historia con alguien que no deja de hablar de cómo "antes todo era mejor".  Esa es la sensación exacta que tenés cuando te das cuenta de que tu empresa, con todo su potencial, está estancada en la mentalidad de escasez porque “siempre se ha hecho así”. Pensalo, ¿cuántas veces te has encontrado defendiendo viejas prácticas solo porque lanzarse a probar algo nuevo te suena más arriesgado que apostar en las carreras de caballos?. Pero acá estoy, un Lunes más, sacudiendo la mesa, preguntándote: - ¿De verdad vamos a seguir jugando a lo seguro mientras el mundo afuera está haciendo malabares con innovaciones que ni siquiera sabíamos que eran posibles?. Este miedo irracional a la libertad, a las posibilidades infinitas, es un cáncer que carcome el futuro de muchas empresas. La libertad nos asusta porque nos obliga a tomar decisiones, a ser responsables de nuestros propios actos y a enfrentar la posibilidad de fracasar. Y no me vengan con que "es mejor malo conocido que bueno por conocer", porque esa es la peor mierda que he escuchado. Hoy vamos a desmenuzar este temor a la libertad y cómo se relaciona con el estancamiento en métodos y tecnologías antiguas. Vamos a explorar por qué coño seguimos siendo rehenes de lo mismo de siempre y cómo podemos liberarnos de estas cadenas. Porque, seamos sinceros, avanzar implica riesgos, pero los beneficios de adoptar una mentalidad de abundancia pueden ser gigantescos, no solo para voscomo líder, sino para toda tu empresa y, a la larga, para la sociedad en general. Así que, si estás listo para dejar de lado la comodidad de tu prisión dorada y enfrentarte a lo desconocido con el pecho abierto y los ojos bien despiertos,... llegaste justo a tiempo.

Hace tiempo me dijeron que no servía para ser líder. ¿Quién carajos se habrá creído ese cabrón para decirme lo que puedo o no puedo hacer? ¡𝘘𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘥𝘦𝘯! Así, sin más, te lo digo, sin filtros y sin pelos en la lengua. Hoy quiero conversar contigo acerca de "lo que NO te han contado sobre ser líder (y quizá te haga llorar)". No me refiero a ese liderazgo azucarado y empalagoso de tarjetas de felicitación que ves por ahí, sino al verdadero, el que huele a sudor, a lágrimas y a sacrificio. Como en todo en la vida, en el liderazgo no hay atajos,...¡no existen!. ¿Querés ser líder? En este episodio vamos a desempolvar el cuento de hadas del liderazgo para sacudirlo hasta que suelte la verdad. Que no te vendan gato por liebre: ser líder no es como en las películas, donde el héroe nunca suda ni se despeina. Acá, el glamour brilla por su ausencia, y si crees que ser el jefe es tener el control, prepárate para descubrir que muchas veces es más como montar un toro salvaje en un rodeo: se necesitan más huevos que gracia. Vamos a desenterrar los huesos de esos líderes de postal, esos que parecen tener todo bajo control, pero que en realidad están a un mal día de desmoronarse como un castillo de naipes. ¿Te creés capaz de encarar este desafío sin llorar en el intento? Pues, amigo, estás en el lugar correcto, porque aquí voy a hablar de lo que realmente significa llevar las riendas. Y si estás buscando un contenido acaramelado sobre liderazgo, te equivocaste de lugar. Pero si querés la verdad sin adornos, entonces, llegaste justo a tiempo.

Imagina que estás ahí, en una cita, y todo va impecable hasta que soltás una de tus opiniones "no populares". De repente, la atmósfera se pone tensa y tu acompañante te mira como si hubieras confesado un crimen. , y ahí, ya está: la noche se fue a la mi3rda. ¿Te suena? Y ahí te das cuenta que perder en el amor es solo un ensayo para las verdaderas derrotas que enfrentamos día a día, especialmente en el mundo de los negocios. En este episodio vamos a intentar entender el porqué de el miedo a perder nos tiene agarrados por las pel0tas. No es la típica charla de fracasos y cómo levantarse de ellos; Es un viaje al corazón del miedo a la pérdida, esa que te paraliza peor que ver a tu ex con alguien más guapo que vos. Vamos a explorar cómo ese terror se infiltra en nuestras decisiones empresariales, haciendo que juguemos a la defensiva en lugar de ir a por todo... ...y, también, te voy a contar cómo darle la vuelta a la tortilla, para transformar esos fracasos en el combustible para tu éxito. Así que, si alguna vez te sentiste como el perdedor en una cita desastrosa, pero con la esperanza de poder redimirte, este episodio es para vos. Así que prepárate y anda acomodandote, luego dale play y reíte un poco de tus miedos mientras aprendemos a dominarlos. Porque, amigo,.... llegaste justo a tiempo.

Vaya, vaya, parece que hoy vamos a hurgar en los bolsillos de la incertidumbre, ese monstruo de mil caras que te sorprende en los momentos más inesperados, como cuando estás tranquilo, paseando, y de repente,... ...una paloma decide convertir tu cabeza en su baño personal. - ¡Sorpresa, hijo de puta!. Ahí lo tienes, el arte abstracto de la vida decorando tu melena. Pero, atiende bien esto,... eso es la vida, un vuelo sin radar en un cielo lleno de pájaros con el intestino suelto. Así que vamos a desmenuzar estoa, a ver qué perlas podemos encontrar en el interior de esa mierda. Porque, al fin y al cabo, enfrentar la incertidumbre es como ir al baño después de una noche de borrachera: nunca sabes qué te vas a encontrar, pero seguro que será una sorpresa. Y aquí estoy yo, dispuesto a zambullirme en ese retrete con vosotros, a explorar esos tropezones de realidad que nos asustan pero que, en el fondo, nos hacen sentir más vivos que nunca. ¿Te asusta no saber qué te depara el mañana?,...¿te tiemblan las piernas pensando en el próximo giro inesperado de los acontecimientos?. Pues, amigo, ponte los pantalones, porque vamos a bailar con la incertidumbre al ritmo de la vida real, donde no hay guiones ni segundas tomas. Vamos a aprender a surfear en este tsunami de caca sin ahogarnos en el intento. Y si estás aquí, buscando cómo convertir esa ansiedad en adrenalina,... llegaste justo a tiempo.

Estás ahí, en la primera línea de batalla del juicio social, con tu mejor camisa planchada (o quizás no, y ahí el drama). Vas caminando y te pegan el escaneo de arriba abajo, evaluando si tenés la pinta de alguien que sabe lo que hace o solo sos un pavo real con plumas de más. Es un mundo loco, ¿no?,... en donde un traje puede tener más peso que tu coeficiente intelectual. Aquí entre nosotros, esta mierda de las primeras impresiones es un juego que no elegimos, pero nos toca jugar. Y sí, a todos nos han vendido el cuento de que lo que importa es el interior, pero vamos, en el ring empresarial, si pareces salido de un basurero, ni te pases por la sala de juntas. Aquí la cosa va de lucir la parte, pero ojo, no se trata de ser un farsante de primera; se trata de saber manejar esa fina línea entre aparentar y ser. Así que si te estás preguntando cómo sobrevivir a esta jungla sin perder la cabeza, llegaste justo a tiempo al episodio de hoy.

Justo cuando pensabas que tu talento para posponer las cosas no tenía rival, aparece alguien peor: yo, hablando de mis planes para correr un maratón mientras inhalo la tercera porción de pizza. Vamos, que si me dieran un dólar por cada "mañana empiezo la dieta", ya tendría mi propia cadena de gimnasios... donde la gente podría inscribirse para nunca ir. Y aquí estamos, en este glorioso momento de revelación, donde te cuento cómo transformé mi "voy a" en "estoy haciendo". No, no esperes una historia inspiradora con violines de fondo. Más bien, es la crónica de cómo me cansé de ser embajador del país de "Lo Haré Mañana". Y si pensás que ya es demasiado tarde para vos, déjame decirte: ... llegaste justo a tiempo.

Aquí vamos, zambulléndonos en el maravilloso mundo de las excusas empresariales, donde "Lo hemos hecho siempre así" reina como frase cliché número uno, justo por encima de "Si no está roto, no lo arregles". Qué joyita, ¿no?. Es como si el mundo avanzara a la velocidad de la luz y algunos decidieran pasear en burro, convencidos de que es la cumbre de la innovación. Y yo aquí, pensando, ¿acaso estos genios quieren también revivir la moda de los pantalones campana porque "funcionaban" en los 70?. - Vamos, que estamos en el siglo XXI, no en una reunión de nostálgicos del VHS. Este mantra, amigos míos, es el Titanic empresarial esperando chocar contra el iceberg del mercado, mientras el capitán insiste en que "así hemos navegado siempre". - Perfecto, campeón, prepárate para nadar en aguas heladas de irrelevancia. No sé ustedes, pero yo prefiero surfear en la ola de la innovación que hundirme con el ancla de la tradición. Vamos a despedazar este cliché como si fuera la última rebanada de pizza en una fiesta. ¿Listos para no ser una anécdota más de lo que NO hay que hacer?. Pues, adelante, que el show de destruir excusas comienza ya... llegaste justo a tiempo.

En este rincón del universo digital, donde la autenticidad brilla por su ausencia y las selfies son la moneda de cambio, me encontré con una revelación: ser influencer es tan 2010. Ahí estaba yo, navegando en el mar de la mediocridad digital, cuando me cayó el veinte. - ¿Por qué conformarse con ser un peón en el tablero de Instagram, cuando puedes ser el rey, el puto amo, en el juego de la vida real?. Veo a estos influencers, con sus batidos detox y sus rutinas de yoga al amanecer, y no puedo evitar pensar: "¿Eso es todo?, ¿ese es el pináculo de tu existencia?" - Por favor, que alguien me pase el balde. Así que, si te estás ahogando en un mar de contenido sin sustancia, pensando que un filtro Valencia es lo único que te separa del éxito, tengo noticias para vos: hay más en esta vida que likes y seguidores. ¡Mucho más!. Y si estás listo para dar el salto de influencer a puto amo, entonces, mi amigo,... llegaste justo a tiempo.

Ahhh, el encantador mundo del servicio al cliente, ese universo paralelo donde la lógica y el sentido común van a morir. Donde cada interacción es una aventura, y no precisamente del tipo que te deja con ganas de más. Por ejemplo, el otro día, en una de esas compras online que prometían ser la solución a mis problemas existenciales (spoiler: no lo fue), terminé recibiendo un paquete que bien podría haber sido confundido con una ofrenda a la diosa de la basura. Ahí te das cuenta, entre carcajadas y lágrimas, que estamos tan jodidos en el tema de atención al cliente, que hasta un saludo de un telemarketer suena a declaración de amor. Así que aquí vamos, a desmenuzar este desastre con la esperanza de encontrar, entre los escombros, algo que se parezca a una solución. Y si no, al menos que nos riamos un rato, porque, ¿qué más nos queda?... Prepárate, porque estaos "Justo a Tiempo" para sumergirnos en el arte perdido de tratar a los clientes como seres humanos y no como números en una hoja de cálculo.

Estoy parado en esa fila eterna del super, ese lugar donde la esperanza de salir rápido muere última. Delante mío, una señora con su carro rebosante, que después de haber meditado sobre el significado de la vida en la sección de arroces, ahora decide que es hora de ponerse impaciente. Suelta suspiros que podrían revivir molinos de viento, mirando el reloj como si el tiempo fuera a pedirle perdón. No aguanto y le suelto: "Parece que estamos destilando nuestro propio vino, ¿eh?". Y ahí la tienes, mirándome como si fuera un alien, pero capaz, solo capaz, dándose cuenta que su prisa es más inútil que paraguas en submarino. Si alguna vez te sentiste como esa señora, o como yo, esperando sin esperanza pero con una sonrisa, este episodio es para ti. Vamos a destapar el vino de la paciencia y a ver qué tan bueno ha fermentado. Porque, al final, ¿qué es un poco de espera comparado con una buena historia para contar?. Prepárate, esto va a estar más entretenido que intentar explicarle a tu abuela cómo usar el WhatsApp.... -------------------- Vas a escuchar "Justo a Tiempo" con ⁠⁠Adrián Guerra, el tipo de las máquinas cojonudas. - ¡NO OLVIDES SUSCRIBIRTE A ESTE PODCAST!.

A ver, que levante la mano quien nunca se ha sentido como un hamster drogado en su rueda, corriendo como un loco para llegar... a ningún lado. Yo, el primero. La vida moderna, con su gloriosa tecnología y sus mil y un métodos para ser más productivo, te hace creer que puedes ser un superhéroe de la eficiencia. Y ahí estás tú, descargando la enésima app que promete ponerte las pilas, siguiendo consejos de gurús de la productividad que parecen haber encontrado la luz divina. Pero, ¿sabes qué?. Al final del día, te das cuenta de que has estado más ocupado que la única impresora que funciona en la oficina, pero sin haber hecho realmente nada que valga la pena. Ironías de la vida, ¿no?. Nos venden sueños de productividad mientras nos hundimos en un mar de distracciones. Aquí te cuento cómo dejar de ser parte del club de los ocupados sin sentido y empezar a ser efectivamente productivo. Spoiler: no incluye apps milagrosas ni rituales matutinos de dos horas. Sea cual sea la movida en la que estés metido... ¡estás "justo a tiempo" para mejorarla!

Prepárate para desentrañar el misterio de la "Visión a Largo Plazo" en este episodio, donde lo único mágico será descubrir que no necesitas ser un superhéroe para planear tu futuro. Adéntrate en este viaje donde los mitos se desvanecen como mis intentos de dieta y aprenderás que apostar a futuro es más que una promesa de la tele. Únete a esta aventura, quizás más desafiante que elegir qué cenar esta noche, y descubre cómo trazar un camino hacia donde incluso Google Maps teme guiarte. ¿Listo para viajar sin retorno?. Dale play y que comience la diversión. -------------------- Vas a escuchar "Justo a Tiempo" con ⁠Adrián Guerra, el tipo de las máquinas cojonudas.

En un mundo donde ser "auténtico" es más raro que encontrar sentido en los términos y condiciones, aquí llega un texto que desentraña la verdadera esencia de ser uno mismo. ¿Es la autenticidad el santo grial de las redes sociales o solo otra etiqueta para vender tu "marca personal"? Sumérgete en este hilarante viaje hacia la búsqueda de la autenticidad, donde descubrirás que ser genuino podría ser tan revolucionario como ponerse calcetines con sandalias. En este episodio nos sumergimos en el vasto océano de la autenticidad, donde encontrar un individuo genuino es más difícil que hallar un unicornio haciendo surf en el Amazonas y la única verdad es la que cabe en un filtro de Instagram. Acompáñame mientras destapamos la farsa de la autenticidad en el siglo XXI, donde ser genuino es una etiqueta más para vender tu "yo" empaquetado. ¿Es posible ser auténtico en un mundo que premia la copia?. ¿O es que acaso la autenticidad es solo otro producto en oferta en el supermercado de las personalidades prefabricadas?. Dale Play, si es que puedes manejar la verdad sin un filtro. -------------------- Vas a escuchar "Justo a Tiempo" con Adrián Guerra, el tipo de las máquinas cojonudas.

Mi vida dio un vuelco grande cuando me di de frente con el desafío de representar a Panotec en Hispanoamérica. Una compañía italiana que hace máquinas tan impresionantes que parece que las sacaron de un episodio de "Viaje a las estrellas”.  Y acá estoy, tratando de convencer a los peces gordos de que lo que necesitan en sus empresas es una de estas maravillas tecnológicas. Pero, no se si alguna vez intentaron vender hielo a un esquimal, porque esto es más o menos lo mismo. Cada día es una aventura nueva. Me doy contra todo tipo de obstáculos, … los clásicos de siempre: "no te conozco, no confío en vos" y también hasta el "... ¿para qué quiero cambiar lo que ya funciona?". Entiendo que cambiar de mentalidad es difícil, especialmente en un mundo que va a mil por hora y donde lo seguro se siente como un abrazo suave en medio de una tormenta. Pero acá entre nosotros, ¿qué sería de la vida sin un poco de riesgo?. Sin ese sabor de lo desconocido.  Por eso, en cada episodio de este podcast, más que hablarte de lo increíble que es la tecnología Box On Demand de Panotec (que lo es, créeme), me quiero adentrarme en esos miedos, esas dudas, ese escepticismo que todos tenemos y que a veces nos impide dar el salto hacia algo mejor. Porque al final del día, esto no se trata de máquinas. Se trata de nosotros, de cómo enfrentamos los retos, de cómo superamos los obstáculos y cómo, a veces, lo único que necesitamos es alguien que nos dé ese empujoncito "justo a tiempo", para darnos cuenta de que podemos alcanzar mucho más de lo que imaginamos.

Cada episodio es un golpe de realidad, diseñado para provocarte y hacerte parte del cambio, donde Adrián se convierte en tu aliado inesperado, guiándote por un laberinto de historias, anécdotas y reflexiones personales que no solo te harán cuestionar cada pliegue de tu realidad profesional, sino que también tocarán tu fibra sentimental. Exploraremos cómo las características personales influyen en la toma de decisiones, cómo superar los retos que nos lanza la vida empresarial y cómo, al final del día, incluso una caja de cartón puede enseñarnos sobre adaptación, innovación y éxito. "Justo a Tiempo" es más que un podcast; es un puente hacia la excelencia operativa y personal, diseñado para aquellos que no solo buscan escalar en su carrera, sino transformar radicalmente la manera en que ven y enfrentan el mundo. Prepárate para ser inspirado, retado y, sobre todo, para actuar. En los negocios, como en la vida, el timing lo es todo. Y tú, llegaste Justo a Tiempo.